El City de Guardiola

En este mercado de fichajes se produciría uno de los trasvases de banquillo más importante del mundo del fútbol, otro intercambio de Pep Guardiola en su ansia de triunfar como entrenador en las mejores Ligas del continente le hacía llegar a Manchester y más concretamente al Etihad Stadium. Casi en paralelo se nombraba tras un año sabático a Mourinho como entrenador del rival territorial del City, el United confiaba en el portugués y silenciosamente Manchester se convertía en la ciudad del fútbol, territorio que concentraría a dos egos antagónicos unidos por una rivalidad ya histórica. El destino quiso que en las primeras jornadas viviéramos ese enfrentamiento que estamos a pocas horas de degustar y como motivo de júbilo analizaremos aquí y a fondo el equipo del catalán.

El proyecto de Pep nos prometía un cambio circunstancial y evidente en cuanto al juego y el planteamiento se refiere en comparación con el equipo que paseo Pellegrini por la élite europea. Guardiola, como era de esperar, nos ha introducido varias permutas posicionales muy interesantes y ha conseguido consolidar a un equipo que de momento no ha llegado a su cénit futbolístico pero sí que ha asentado bases coyunturales importantísimas mostrando así una superioridad latente ante la mayoría de sus rivales.

El portero y Stones tienen una gran importancia en la salida.

Históricamente Guardiola recuperó, casi de una manera obligatoria, la importancia de su guardamenta como un elemento más de juego de creación. Caballero o Bravo, tras la marcha de Hart, son los guardametas que más se identifican con las características que se requieren para esta función, es decir, buena desenvoltura con el balón en los pies y cierto criterio a la hora de servir como receptor seguro si la presión sobre la salida es asfixiante. Así se conformaría el primer escalón de la estructura de salida.

Jerárquicamente la utilización de una pareja defensiva de características, roles y funciones diferentes, pero complementarios se convierte en un ‘’must’’ del fútbol actual y más concretamente de este entrenador, se nos vienen a la mente los Márquez-Puyol, Piqué-Puyol o Piqué-Mascherano de esa primera etapa culé, y eso es lo que se pretende conseguir con el Stones-Otamendi ya asentando.  John Stones llegaría desde el Everton para reforzar urgentemente el perfil de defensor con mayor capacidad de toque de balón y así se ha establecido cómo una figura básica estructuralmente a la hora de comenzar cualquier conato de jugada y/o proceso de creación. Otamendi, Kompany también podrá realizar esa función, es el jugador que aporta ese extra físico defensivamente, esa agresividad necesaria tanto para marcar la rigurosidad de una línea que ejerce una presión bastante adelantada cómo para equilibrar en esa faceta a la propia pareja, es decir, es el jugador que realiza la tarea ‘’más sucia’’ del tándem.

Fernandinho se establece como un jugador tácticamente vital.

Ascendiendo una línea acudimos al movimiento quizás más reconocible de esta nueva aventura en clave Guardiola y es el nuevo posicionamiento atribuido a sus laterales en fase ofensiva. En el  4-3-3 que siempre nos suele presentar Guardiola globalmente los interiores, Silva y De Bruyne, suelen tender a alinearse con el tridente ofensivo de cara a formar una variante que más adelante comentaremos, en su defecto los laterales se posicionan como interiores resguardando a Fernandinho con el objetivo de ganar metros posicional y presencialmente sobre el rival instaurándose en su campo y conformando una serie de ayudas necesarias en el interior que también descolapsan la banda en pro de propiciar movimientos de los atacantes.

Fernandinho se está convirtiendo en el jugador referencial de Guardiola sobre el centro del campo ejerciendo un rol primordial para que el equipo dentro de esa vorágine dinámica que crea el propio entrenador catalán encuentre siempre un reajuste necesario que equilibre el dibujo. Una figura táctica en transiciones que ejerce una función clave en repliegue, podemos decir que el brasileño emerge dentro del encuentro como un elemento escoba que no solo marca la línea de presión, también utiliza una cierta inteligencia defensiva, apelando con mucha distancia a esa figura de Busquets en el Barcelona, para ofrecer apoyo a cualquier línea y sobre todo recuperar el balón con cierta autoridad.

Ofensivamente el equipo muestra una movilidad casi indescifrable.

Como hablábamos antes en esa formación que nos presentaba de inicio el Manchester City los interiores se alineaban en paralelo con los atacantes, sin perder su peso creativo, formando una línea de 5 jugadores los cuales ejercen asociaciones y movimientos totalmente acompasados. Los extremos e interiores convertidos en medias puntas de ambos perfiles, Nolito-Silva y Sterling-De Bruyne, se intercambian posiciones de forma casi sistemática de la siguiente manera.Si Nolito-Sterling o Silva-De Bruyne recogen el balón en posiciones de banda buscan siempre la carrera diagonal, en ese momento su pareja buscará la profundidad doblándole en dirección hacia la línea de cal y ofreciendo así dos soluciones positivas a la jugada:

  1. Si prosiguen con la jugada pueden descargar hacia las inmediaciones del área buscando el remate de Agüero o definir tras un lavado de zona producido por el propio movimiento de arrastre del argentino.
  2. En el caso de que prolonguen el balón hacia el compañero más exteriorizado este pisará la cal y creará una de las jugadas más recurrentes por parte de Pep. El jugador que realiza la incursión vertical decidirá dar el pase atrás en un área que se habrá escalonado en dos líneas, la primera la formará Agüero (otra vez arrastrando defensores) y en ocasiones un jugador que accede al segundo palo (El homólogo del jugador que tiene la posesión del balón en ese instante), la segunda será la de remate que se verá completamente vacía y conseguirá el gol casi irremediablemente.gol

Agüero clave tanto en defensa como ataque.

El Kun en este esquema hilado al milímetro sacará siempre ventaja de su autosuficiencia posicional en pro de propiciar cualquier desajuste defensivo, es decir, en muchas ocasiones se descuelga dejando la zona central completamente vacía, recibiendo y conduciendo en la búsqueda de percutir entre líneas y crear una jugada de gol, de las que él siempre saca partido. A parte de todo el proceso antes explicado, Agüero realiza otra función clave en lo colectivo y que facilita esa presión defensiva que tanto está consiguiendo en los últimos encuentros. Se sitúa como primer puntal de la presión forzando a los centrales a pensar rápido y de forma eficaz, precisión de la que la mayoría de los centrales de la Premier no están dotados, esto hace que el balón casi siempre termine siendo recuperado.

Ahora con todo sobre la mesa y con un personaje enfrente, Mourinho, que ha sido en años el único en poder neutralizarle e incluso superarle sobre un terreno de juego, se pondrá un aliciente mucho más picante en lo futbolístico a un derbi que se nos promete como fantástico y especial.