La Premier League sigue su continuidad y ya van trascurridas cuatro jornadas y un mercado de fichajes que le ha dado la oportunidad a todos los equipos de la Premier de reforzarse hasta donde su presupuesto los arrope ante un mercado que cada vez se pone más exigente.
Y un equipo que ha tenido que sufrir todo este panorama ha sido el Stoke City; un equipo que muchos no imaginaban en esta situación y que a cuatro jornadas se ubica en la última posición de la tabla con un empate, tres derrotas y diez goles en contra que se traducen en derrotas 1-4 de local ante el Manchester City, 1-0 ante el Everton de visitante y más recientemente 0-4 ante el Tottenham Hotspur; mientras tanto solo han empatado contra un Middlesbrough que no convence mucho, pero esa es harina de otro costal.
De verdad que llama mucho la atención que el equipo de Mark Hughes, que cumple su cuarta temporada con los Potters, tenga tantas fallas en una de sus zonas más fuertes la temporada pasada, la defensa; que era una fortaleza, por lo que hacía el Britannia Stadium un fortín hasta para los equipos grandes a los que les costaba vulnerar la muralla rival, con jugadores como el cuarteto Cameron, Shawcross, Wollscheid y Pieters y con la posibilidad de agregar a Bardsley en el lateral izquierdo. La fortaleza física de estos era el detonante de que fueran tan temidos y fuera un martirio filtrarse al corazón del área.
Equipo que no se caracterizó por su fútbol limpio, a causa de su juego de contacto y la gran cantidad de tarjetas que recibían, pero que les ayudó para un récord aceptable de 55 goles en contra y 41 a favor cuando los tres que descendieron tenían un récord que oscilaba entre 76, 67, 65 goles en contra al final de la temporada, lo que les dio la posibilidad de culminar novenos con 51 puntos. Récord histórico del club siendo la posición más alta a la que habían podido llegar por dos temporadas consecutivas.
Tal vez es muy temprano en la temporada pero, ¿a qué se debe este descenso en el rendimiento en el fútbol del Stoke City? Muchos lo atribuyen al infortunado mercado de fichajes que anunció la salida de Wollscheid cedido en calidad de préstamo a la Bundesliga (y con opción a compra), lo que desarmó un fondo que ya estaba constituido llegando este al Wolfsburgo en el último día del mercado de fichajes.
También influye el hecho de las pocas posibilidades en ataque de Hughes, cuando en su sistema netamente defensivo la delantera esta algo olvidada recurriendo mucho al balón largo, opción que solo beneficiaba a delanteros como Peter Crouch al que poco recurre actualmente; delanteros como Bojan, que no ha mostrado un gran nivel tras haber una gran diferencia entre La Liga y la Premier League en cuanto a velocidad de juego y contacto, y siendo él un poco más débil físicamente le ha tocado adaptarse a las malas.
Además, hubo una época en la que el tándem Arnautovic, Afellay, Shaqiri y Bojan o el delantero de turno, era letal, formando un triángulo en el que Afellay estaba en la mediapunta, los extremos eran Arnautovic y Shaqiri y en punta estaba Bojan o Crouch o Diouf, pero tras la lesión del suizo el tándem se rompió y este no ha vuelto a ser el mismo, lo que acabó con la armonía del equipo.
Para solucionar esto, Hughes, en un esfuerzo por repotenciar al equipo, compró a Martins Indi del Porto en defensa, Joe Allen, Ramadan Sobhi en el mediocampo y en la delantera a Wilfried Bony que no consiguió un lugar en el Manchester City.
Sobhi ha visto minutos sin nada sobresaliente; Martins Indi está tratando de hacerse un hueco y llenar unos zapatos grandes de Wollscheid en una línea que se entendía a la perfección; y un Allen que todavía no tiene una posición fija en cancha nos dicen que Hughes todavía no tiene una idea del once ideal que quiere utilizar en cancha.
La próxima semana tienen una oportunidad de oro para enfrentarse a un rival directo, con un Crystal Palace que apenas va levantándose con el estímulo de una victoria 1-2 en el Riverside Stadium contra el Middlesbrough, cuya situación ya conocemos.
Sin embargo, los de Alan Pardew están en una cómoda undécima posición y poseen un arsenal ofensivo en el cual se escudan con Zaha, Puncheon, Townsend y Benteke, pero que a pesar de todo, todavía no se recuperan de la ausencia de Bolasie que se ha ido al Everton, por lo que los Potters deben aprovechar esa debilidad para superarlos.
Los de Hughes podrían optar por seguir con su esquema 4-2-3-1 con el confiable Given en el arco; mantener la defensa para crear el tándem con Cameron, Shawcross, Martins y Pieters; retroceder a Allen en la dupla con Whelan en el eje, tal como jugaba el galés en Liverpool junto a Henderson, donde el galés se desempeña muy bien; en los extremos Arnautovic y ante la ausencia de Shaqiri darle la oportunidad a Sobhi y en punta Bony. Un equipo que lleva tres derrotas y un empate en cuatro jornadas no tiene mucho que perder.
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