Llegaban ambos equipos al estreno en Champions League con dudas por sus respectivos comienzos de temporada en la competición liguera. Sus onces iniciales propiciaban unos planteamientos reactivos, esto es, la idea de ambos técnicos parecía consistir en ceder el balón al contrario, robárselo lo más arriba posible y llevar el balón rápido a los delanteros. En las alineaciones llamaba la atención la punta de ataque gunner, formada por Oxlade – Chamberlain, el joven Iwobi y lo más novedoso, Aléxis Sánchez en punta, como nueve.
Una de estas estrategias, concretamente la del francés Wenger, se vio superada a los 40 segundos de partido, cuando Aurier entró por banda derecha, centró y el balón encontró la cabeza del delantero uruguayo del PSG, Cavani. Los siguientes minutos han discurrido al son que ha dictado Emery, esto es, con un centro del campo muy agresivo, presionando la salida de balón del Arsenal y provocando fallos. Los ingleses estaban muy incómodos en el terreno de juego pero no concedieron ocasiones demasiado claras y se mantuvieron en el partido. En ese momento apareció Cazorla, que se alió con Iwobi y empezaron a combinar, girando el partido, poco a poco, hacia la otra portería, adelantando las líneas visitantes y propiciando otra de las constantes del partido, las contras parisinas.
En el segundo tiempo esta tendencia se acrecentó, dando lugar a dos situaciones curiosas. El Arsenal dominaba pero no remataba, al no tener un 9 y el PSG contragolpeaba pero fallaba ocasiones claras, en botas de Cavani, completamente desesperado y criticado por la grada. El fútbol, a veces, es algo sencillo, Wenger dio entrada a su 9, Giroud y el equipo, indirectamente generó sus 2 ocasiones más claras, primero el gol, un buen pase del desaparecido en el resto del partido Ozil para Iwobi, que remata al cuerpo de Areola, su rechace lo caza Sánchez, que no perdona. Lo siguiente fue un excelente pase del chileno para el nigeriano que este malogra, parando de nuevo Areola. Aléxis se encuentra mucho más cómodo jugando detrás de un punta, es un hecho del que, seguramente Wenger haya tomado nota.
El resultado deja más contentos al Arsenal, que sale vivo de su teórico partido más duro del grupo. En los parisinos siguen las dudas, les cuesta cerrar los partidos, trabajo para Emery.
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