El Atlético de Madrid es uno de los equipos que mejor defiende un 1-0 en una eliminatoria a doble partido. Es una realidad. Puede parecer una ventaja escasa, casi irrisoria para cualquier equipo que disputa la Champions League, pero el conjunto de Diego Pablo Simeone siempre ha sabido rentabilizar ese único gol marcado en casa y, sobre todo, ha sabido echar el candado a su portería. Esto le ha permitido siempre afrontar los partidos de vuelta con más tranquilidad, sabiendo cómo proteger y cómo desestabilizar al rival con esa mínima ventaja. Sin embargo, el 1-0 de hoy ha sido como si a Simeone le hubieran devuelto la bofetada por primera vez: primero, porque el equipo español ha sido muy superior a un Leicester pasivo, casi desganado, al que le quemaba la pelota y segundo, porque los foxes son un conjunto que se engrandece en su estadio.
Craig Shakespeare cumplió con su promesa de competir de tú a tú con el Atlético. Pero lo hizo a su manera. El Leicester se plantó en el Vicente Calderón con la lección bien aprendida: líneas juntas, presión en campo propio y balones largos a Vardy para sorprender con su velocidad a Savic y Godín. Y a decir verdad le salió bien la jugada, porque el Leicester supo cómo sufrir las embestidas rojiblancas y salió reforzado de la eliminatoria. Salvo un error puntual como el penalti de Albrighton sobre Griezmann, el cuadro inglés estuvo bastante cómodo durante la mayor parte del encuentro y dispuso de algunas ocasiones para igualar la eliminatoria.
El Leicester prefirió volver a jugar como el año pasado porque es a lo que mejor sabe jugar. En defensa volvió la solidez de antaño: el equipo de Shakespeare acumulaba hasta ocho y nueve hombres en el área, una telaraña perfecta que solamente se desquebrajó las cuatro veces que el Atlético puso a prueba a Schmeichel.
El partido de Yohan Benalouane
La previa venía marcada por la baja de Morgan, que se quedó fuera por esa lesión de la que venía arrastrando desde la semana pasada. Shakespeare volvió a probar fortuna con Yohan Benalouane, un central que apenas había disputado una docena de partidos con el primer equipo del Leicester en los últimos dos años. El Vicente Calderón era el escenario deseado por el tunecino para resarcirse de su mala actuación el pasado fin de semana en Goodison Park. Y lo logró. Benalouane se erigió como el gran líder de la zaga azul. Secó a Torres, controló muy bien los espacios y despejó con gran contundencia los balones aéreos. La baja de Huth, que cumplirá ciclo de tarjetas en el partido de vuelta, le volverá a dar cierto protagonismo una vez más. Nombre a seguir en los próximos partidos del conjunto blue.
Simeone: «El partido de vuelta será un duro, difícil y peleado. Hay que seguir luchando el encuentro en la casa de ellos que será muy duro. Es muy importante no haber recibido goles. Ellos en su casa son muy fuertes», declaraba en la rueda de prensa post-partido.
Todo parece indicar que en el King Power Stadium el equipo rojiblanco va a sufrir. Como ya le pasara al Sevilla o al Oporto esta temporada, el Leicester es un equipo que se crece ante las adversidades. Los ingleses aprovecharán cada saque de banda y cada balón largo para hacer daño al Atlético. A esto se le une también el ambiente, ya que la afición foxe empuja muchísimo durante todo el encuentro. Shakespeare vuelve a tener la llave de la eliminatoria, ahora solo tiene que saber qué puerta abrir.
Foto portada: Patricia Hidalgo (Club Atlético de Madrid)
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