Sempiterno en el banquillo gunner, Arsène Wenger deberá gestionar altas y bajas en una plantilla que, a pesar de contar con una gran calidad, no logró culminar el acceso a su ya clásico cuarto puesto en la última jornada de Premier League en beneficio del Liverpool de Klopp. El aumento de competitividad entre sus rivales directos unido a una plaga de lesiones de hombres importantes han hecho de la temporada del Arsenal un constante viaje por el desierto, y es que, si bien queda el cartucho de la FA Cup, aún ganándola habría firmado su peor curso de la mano del técnico alsaciano.
Es realmente complicado hablar sobre qué expectativas ha cumplido el equipo en uno de los años en los que la pelea por Europa ha estado tan cara. La llegada de Pep Guardiola y Antonio Conte a rivales directos han supuesto un aumento en el rendimiento tanto del gran rico inglés como de un Chelsea defenestrado durante la 2015/2016, a pesar de que los citizens han acusado tanto las bajas como la dificultosa adaptación del técnico catalán a este nuevo entorno competitivo.
Que el Arsenal solo haya logrado 9 puntos (2V-3E-5D) de los 30 que había en liza con sus competidores ha supuesto un hándicap en el asalto a la Champions League, teniendo que conformarse ahora con la segunda competición continental. No obstante, han superado la puntuación del año pasado, en el que fueron subcampeones. Por tanto, ¿qué resultados ha obtenido según el contexto? ¿Favorables por haber aguantado bien el tirón en un torneo más complicado y llegar a la final copera? ¿Negativo por ser quintos y quedar vergonzosamente apeados en octavos de Champions?
De lo que no cabe duda alguna es de quién ha sido el que ha dado la talla cuando peor dadas venían: Alexis Sánchez. El chileno, que venía de revalidar título con la Copa América Centenario, ha rendido a un nivel superlativo y así lo demuestran sus números: 29 goles y 15 asistencias entre todas las competiciones. Bien como punta referencia, bien como extremo, Alexis ha demostrado la clase de jugador que aparentó ser durante su periplo en el Udinese y cuyas cotas no logró alcanzar en compañía de los Messi, Iniesta y compañía. Difícil lo tendrá el conjunto londinense para retener a su buque insignia de cara a la próxima temporada, pues ya ha demostrado pertenecer a la élite y quizá las aspiraciones a corto plazo de su actual equipo le sepan a poco.
¿Algunas claves para entender la temporada del Arsenal? Ya hemos apuntado a Alexis en lo positivo, a lo cuál se pueden añadir los destellos de Özil, la solvencia de Koscielny y la adaptación de Oxlade-Chamberlain a un nuevo sistema de tres centrales en detrimento de Héctor Bellerín. La lista de factores negativos es más amplia: la peor temporada de goles+asistencias de Giroud; la demasiado prolongada baja de Cazorla, dejando así huérfano al mediocampo de salida de balón y de movimientos con criterio; la ausencia de un acompañante de calidad para Koscielny, así como sus errores de demasiado peso en contra (no obstante, el mejor central del equipo); el decreciente rendimiento de un Cech quizá algo mayor; o la escasa aportación de los fichajes de verano. Todo ello sumado a derrotas inesperadas como las sufridas contra Watford (casa), WBA y Crystal Palace (ambas fuera) han acabado configurando un Arsenal impredecible en lo negativo, siendo así el equipo con más derrotas (9) del top 6.
Así acaba una temporada con muchas más sombras que luces y con la posible marcha de Wenger a final de temporada, por lo que es más que probable que este verano asistamos a un relevo histórico y a un cambio de paradigma en la manera de entender el club. Sea como fuere, algo va a cambiar en Londres.
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