Es evidente que Harry Kane es un delantero especial. Desde su aparición en el once inicial del Tottenham de la mano de Mauricio Pochettino en 2014, el delantero de los Spurs no ha dejado de evolucionar futbolística e individualmente. Olfato de gol, abanico amplio de remates, efectividad y fuerza, son características ineludibles para un nueve de la Premier y que Harry mostró desde sus inicios, comenzando así a forjar la leyenda en la que se está convirtiendo dentro del fútbol inglés.
El Tottenham es un equipo que brilla por querer basar su juego en arremeter constantemente en ataque contra sus rivales, siempre de una manera vertical, precisa y veloz. Pochettino busca claramente mantener el máximo control posible sobre el partido y ser capaz de dominar en campo contrario, bajo esa premisa sobrecarga la parte central con su ya típico 5-3-2 repleto de jugadores interiores y de gran talento que potencian constantemente a Harry Kane, protagonizando una relación simbiótica muy efectiva.
Compensa su falta de velocidad con su constante movimiento.
Si bien hemos definido al Tottenham como un equipo tremendamente rápido en cada ataque, Harry Kane no se caracteriza precisamente por ser un delantero veloz y que prolifere al espacio, pero sí produce para que sus compañeros crezcan en ese contexto:
- En el 5-3-2 de Pochettino, Harry Kane suele estar acompañado de un segundo delantero móvil (Son), y en el centro del campo de un jugador que sepa cargar el área y ejercer un rol similar al de ‘’box-to-box’’ (Dele Alli). Harry, por su condición de delantero peligrosos, suele estar fijado por uno de los centrales rivales, con una simple caída a banda produce un espacio que el Tottenham y su esquema sabe castigar a la perfección. Esa verticalidad de la que hablábamos se personifica en uno de los dos jugadores nombrados con anterioridad, en la actualidad se aprovecha Dele Alli, y de esa manera compensa tácticamente la basculación de Kane hacia el costado.
- Cuando el equipo rival llega a ejercer la actividad complete de repliegue defensivo y el Tottenham intenta establecer de nuevo verticales para romper el bloque estático del rival, Kane se establece como un elemento de apoyo en la posesión de balón. En esta fase el máximo exponente de Pochettino es Eriksen que con su gran visión de juego y su exquisita técnica para el pase, buscará romper líneas rivales, pero para que el danés se encuentre con la comodidad necesaria para establecer ese escenario de peligro, necesita de Kane a modo de pivote para ofrecerle continuidad asociativa y desahogo.
A pesar de su estatura es un gran definidor con los pies, pasando y definiendo.
Su evolución en cuanto a la lectura táctica dentro del campo ha sido excelente, pero su irrupción en la escena como un pasador incisivo y de calidad ha sido brutal. Harry es un delantero que bordea los 190 centímetros de altura y tiene un primer toque de balón de grandísima calidad. Cuando se encuentra en los contextos anteriormente descritos, es decir, cuando bascula a banda y recibe el balón, en muchas ocasiones es él mismo, sin el filtro de un centrocampista, el que decide romper líneas de balón y haciendo seña de una precisión insólita para delanteros de su tipología y características.
El gol es uno de sus artes favoritos, y por ello Harry Kane es uno de los mejores definidores de la actualidad, y es que, el delantero inglés, tiene un repertorio de remates amplio, y acompañado de su capacidad innata de anticipación sobre las defensas rivales, le hace ser un peligro constante en cualquier tipo de registro o escenario. Después de tres temporadas al máximo nivel, Kane ya ha conseguido batir numerosos récords goleadores, asentándose en el primer escalón de los nueves europeos, entre ellos superar con 56 goles en un año natural a Messi o desbancar a una leyenda como Alan Shearer como máximo goleador inglés en un año natural y en la Premier League (en una temporada), coronándose definitivamente como la nueva esperanza inglesa, como el príncipe Harry.
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