Chelsea 1-1 Barcelona: Un error, una condena

Messi e Iniesta celebran el gol del empate

Si había pocas dudas de qué alineaciones ofrecerían Valverde y Conte, fue el técnico transalpino quien dio la sorpresa dejando sin la titularidad tanto a Álvaro Morata como a Olivier Giroud para colocar a Eden Hazard como falso 9 acompañado de Willian y Pedro en la zona de mediapuntas. La única explicación que podía darse a este once fue la que se pudo vislumbrar hasta el gol de Willian, que era cerrar toda posible entrada barcelonista por cualquier zona interior o exterior al mismo tiempo que Pedro, Kanté y Marcos Alonso se encargaban, en ocasiones los tres al mismo tiempo, de no dejar operar a Messi en su zona favorita; y en cuanto a Suárez, no tocó ni un solo balón dentro del área gracias a una impecable actuación del trío de centrales, en especial de un César Azpilicueta que le ganó todos y cada uno de los duelos individuales e incluso se pudo permitir realizar varias recuperaciones anticipándose en la recepción del pase.

El Barça sobrepasaba el 70% de posesión pero nunca llegó a generar sensación de peligro más allá de un cabezazo muy desviado de Paulinho. Entre tanto, Willian avisó hasta en dos ocasiones con sendos remates a uno y otro palo, creando una sensación de nerviosismo en unas transiciones azulgranas cada vez más carentes de precisión, pero el marcador no se movió durante la primera parte, circunstancia que permitió respirar al Barcelona e hizo que el Chelsea siguiera convencido de que su plan estaba funcionando con creces.

No fue hasta cumplida la hora de partido que Willian hizo bueno aquél dicho de que a la tercera va la vencida y, a la salida de un córner, recibió solo en la frontal, amagó y soltó un latigazo que se coló cercano a la base del palo de la meta culé. Los blues mordieron primero y Conte vio cómo la estrategia trazada dio sus frutos con notable eficacia. Valverde decidió cambiar la dinámica del encuentro y dio entrada a Aleix Vidal en detrimento de un Paulinho que está confirmando la sospecha de que es un cuerpo extremadamente extraño para el Barça y que su presencia debe ser un recurso, no un discurso. Tras una mejoría en las transiciones visitantes, un error en la línea defensiva del Chelsea dio lugar a una recuperación de Iniesta que precisamente Azpilicueta no alcanzó a evitar. El manchego se internó en el área con Messi y Suárez como opciones de remate, optó por el argentino y el genio rosarino igualó el encuentro y dio ventaja a su equipo de cara a la vuelta.

Es más sencillo optar por un planteamiento conservador a uno creativo, pero esto no significa que haya una exención de errores; y es que el Chelsea solo cometió uno en todo el partido. Si encima son Iniesta y Messi los que vienen a cobrarse dicho fallo, las probabilidades de acabar pagándolo son altísimas. Decidirá el Camp Nou, quién sabe si aún con la presencia de Conte.

Be the first to comment

Leave a Reply