En un equipo donde el tridente ofensivo lleva 29 goles en Copa de Europa (10 Salah, 10 Roberto Firmino y 9 Mané), los piropos, lógicamente, se los lleva la faceta ofensiva. Y es normal. El Liverpool, un equipo histórico donde los haya, jamás ha tenido tres jugadores con esa cantidad de goles. El tridente del 2018 será considerado como historia de este deporte. Sin embargo, eso no quiere decir que el resto de jugadores del equipo no tengan talento. Quizás la defensa no es portentosa, pero tiene sus brotes verdes. Arnold es un estupendo carrilero en campo contrario, y Robertson, para su edad, es extraordinario. La mejoría de Karius también debe ser tenida en cuenta, ya que ha pasado de ser un guardameta realmente mediocre, a ser un «1» de fiar. Pero Jordan Henderson es el líder del Liverpool.
La clave del centro del campo
En la factoría del equipo, donde el juego cobra sentido, destaca Jordan Henderson. Un centrocampista con gran capacidad de liderazgo y sacrificio. Si Mo Salah es quien es, quizás sea porque el centrocampista inglés mantiene un continuo equilibrio entre defensa y ataque, y permite a los hombres de la parcela ofensiva jugar sin miedo.
Jordan Henderson es el hombre clave de Klopp en el centro del campo red.
Sin la redonda en su poder, no se le puede poner ni un solo pero a Henderson. Pero, cuando el equipo ha de tocar en corto, quizás su calidad no sea la suficiente. No se le puede considerar un virtuoso de la pelota. Cierto es que si fuera capaz de mover la bola como Xabi Alonso en 2008, estaríamos hablando de un jugador sin igual.
Sufrir en Kiev
Hay pocas cosas seguras para el partido del próximo domingo. Aunque el Madrid sea favorito, pocos se atreven a asegurar de manera absoluta la victoria del equipo blanco. El rendimiento de las grandes estrellas también es una incógnita. Sin embargo, lo que es evidente es que Jordan Henderson no tendrá un partido fácil. Sin el balón, deberá controlar muy de cerca a un Isco difícil de defender. Modric, Bale o Benzemá también se dejarán caer por esa zona.
Cuando el Liverpool tenga que construir fútbol, sus problemas no decrecerán. Zidane y su cuerpo técnico son conscientes de los problemas de estos reds para salir desde atrás, y sería lógico ver como los blancos plantean una presión alta. En ese caso, Henderson tendrá que crecerse ante la adversidad de cara a no perder balones cerca de la meta de Karius, algo que con el Real Madrid enfrente, significa tu muerte futbolística.
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