Autopista al cielo

En el duelo Salah-Marcelo se decidirán buena parte de las opciones del Liverpool en la final.

Soccer Laduma

Una gran parte del resultado de la final del sábado en Kiev vendrá marcada por todo lo que pueda ocurrir en la zona del campo en la que Marcelo y Salah van a bailar. Más allá de su archiconocida temporada en términos goleadores, el egipcio ha encontrado la parcela donde puede maximizar todas sus virtudes: velocidad, regate, ataque al espacio sin balón, penúltimo pase… todo un arsenal que exhibir ante un Marcelo que, si bien sigue siendo de los tres mejores laterales zurdos del mundo, ha bajado un par de peldaños en lo que a compromiso defensivo se refiere, algo que puede ser determinante en un partido de esta envergadura si consideramos que nunca fue un especialista en esas lides.

El brasileño ofrece otras virtudes sumamente útiles para su equipo: salida posicionalmente limpia, exquisita técnica en todo tipo de pases y regates; y llegada al frente de ataque. Es precisamente esto último lo que multiplica el altísimo peligro que representa Salah, pues si no tiene problemas en deshacerse de cualquier defensor que le salga al paso, una autopista que lleve hacia el peor perfil defensivo de Sergio Ramos puede traducirse en uno de los elementos más diferenciales de cara a la victoria red.

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¿Cómo podría Zidane evitar estas situaciones? Existen tres modos:

  • 1- El más lógico para el contexto general del partido parece ser ceder la iniciativa a los chicos de Klopp, que sólo son letales con espacios. Marcelo recibiría ayudas alternas del propio Ramos, de Casemiro o, incluso, de Kroos. Si el egipcio sale inspirado, no se descartaría someterle constantemente a un dos contra uno y flotar a algún centrocampista inglés. Todo lo que sea reducir su ya de por sí menor influencia en estático significará que el Real Madrid estará más cerca de hacerse con el título.
  • 2- Configurar un once que vuelque el ataque por la banda opuesta al egipcio. En caso de recuperación red harían falta más pases para llegar a la zona donde se hace peligroso y, probablemente, Marcelo no tendría la necesidad de incorporarse a la zona de tres cuartos tan asiduamente, permitiéndole gozar de más gasolina para frenar las posibles acometidas en velocidad. Sadio Mané es igual o más rápido que Salah, pero es netamente menos peligroso de cara a puerta y no tan fino en el regate, por lo que dejarle espacio sería un mal menor.
  • 3- Nada cambia. Zidane sigue con su habitual plan de proyectar ofensivamente a ambos laterales, retrasa un poco la posición de Casemiro y permite que el tridente del Liverpool se empareje con los centrales y el pivote brasileño en un duelo entre la pura electricidad y la contundencia defensiva, tratando así de dar el máximo tiempo a Marcelo y Carvajal para realizar el viaje de vuelta. Tratándose de la opción más arriesgada, suele ser con la que han obtenido más réditos en los últimos años.

Es cierto que el Real Madrid es claro favorito, que cuenta con mejores jugadores y que se darán multitud de situaciones en las otras zonas del campo, pero es en el tiroteo por esta banda donde residen la mayor parte de las opciones del aspirante para levantar un trofeo que se les lleva resistiendo trece años. Estambul es el camino.

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