@adrigonzalezbl: «¿y si el Liverpool consigue la enésima machada?»
El Liverpool tiene opciones, menos que su rival, está claro, de hacerse con la UEFA Champions League 2018. Y las tiene, en primer lugar, porque ha llegado hasta ahí. Puede ser flor de un día clasificarte para cierta ronda, cosa de la suerte, del azar, de un determinado momento; pero llegar hasta la final de la mejor competición continental a nivel de clubes eliminando a equipos equipos históricos como Oporto y Roma y superando al todopoderoso Manchester City en eliminatorias vibrantes.
En segundo lugar, porque el Liverpool juega en medio de una atmósfera de locura, de aleatoriedad, de sensaciones, de momentos. Esa locura que tan bien le puede venir al Liverpool como al Madrid. Son dos equipos que, en esas situaciones de ida y vuelta, con multitud de ocasiones y partidos a la carrera, se mueven como pez en el agua. Pero es que la locura del Liverpool va mucho más allá: capaz de sentenciar una eliminatoria en 20 minutos y de estar a un paso de perderla en otros 20. Cosas de este Liverpool de Klopp y la locura que le ha llevado hasta la gran final.
Pero yendo más allá, los nombres, lógicamente, serán los protagonistas de la final. Y este Liverpool tiene algunos de los nombres de la actualidad en el fútbol internacional. Nombres crecidos, venidos a más por el momento, por las circustancias, por sus compañeros y por su entrenador. Y nombres consolidados, de absoluta talla mundial. Hablamos de los Salah, Firmino o Van Dijk como buques insignia del proyecto y hablamos de los Karius, Lovren, Milner, Henderson o Arnold como esos que se han venido arriba en esta temporada. Esta temporada que ha coronado a los primeros como absolutas figuras, y a los segundos como actores secundarios de gran nivel. Esa conjunción y esa inspiración divina que los ‘reds’ adquieren cada cierto tiempo serán vitales para que el conjunto de Merseyside pueda levantar su sexta Liga de Campeones. Esa inspiración y esa locura que tanto le pueden dar al Liverpool en una temporada llena de expectativas superadas. Sin ningún tipo de presión, más allá de la del esfuerzo que ha costado llegar a la final… ¿y si el Liverpool consigue la enésima machada?
@Ryugarato: «Línea por línea, el Liverpool es netamente inferior a su rival.»
El Liverpool viene de firmar una temporada europea de ensueño, sin duda. Pero, aparte del Manchester City, no podemos considerar a Roma y Oporto como varas de medir objetivamente, puesto que el Oporto es un club menor dentro de la élite europea y la Roma, si bien ha llegado más lejos que nunca en este torneo, carecía de mimbres individuales más allá de Edin Dzeko para afrontar una eliminatoria que ha estado regida por el vertiginoso ritmo impuesto por ambos técnicos. Bajo esa premisa, quien disparase más rápido se lo iba a llevar y el tridente red entiende más que nadie en Europa de velocidad. Pero enfrente estará el Real Madrid, que, si bien no es el mejor equipo del mundo, es el que más recursos tiene para poder cerrar un partido en cuestión de quince minutos.
Línea por línea, el Liverpool es netamente inferior a su rival. En portería y defensa existe un reguero de dudas, Virgil van Dijk al margen, pues son capaces de cometer los errores más absurdos de la forma más disparatada. El mediocampo apenas sostiene una mínima comparación a nivel técnico, y parece que sólo una noche de absoluta inspiración de los Roberto Firmino, Sadio Mané y, evidentemente, Mohamed Salah podría evitar la tercera Copa de Europa consecutiva de los de Zidane. Si bien el rendimiento que Jürgen Klopp ha logrado sacar a sus pupilos ha superado con creces toda expectativa, los muchachos de Anfield no cuentan con la experiencia y el reposo del que sí goza su oponente, dominador absoluto del palmarés de la competición.
En cuanto al sistema de juego, el Liverpool maneja sólo el registro del repliegue con contragolpe, el mejor de Europa, eso sí, pero carece de un plan efectivo cuando se trata de tomar la iniciativa con el balón. Esta falta de versatilidad puede ser uno de los grandes factores diferenciales si el partido se encalla, puesto que el Madrid tan pronto empieza a enlazar pases como a lanzar contras. Si todo esto no funciona, las jugadas de estrategia siempre le suponen un filón que suele tener premio. Es cierto, los red son capaces de lo mejor y de lo peor, pero, frente a este rival, hay que ser capaz de sublimar la perfección. Sin errores.
Be the first to comment