El Mundial de la tragedia. Poco importaba en Inglaterra el devenir de la competición después de lo sucedido el 6 de febrero de 1958. En aquella fatídica fecha, en el aeropuerto de Munich-Riem, se estrella el avión en el que viaja el equipo de fútbol del Manchester United, causando la muerte de 24 personas, entre ellas 8 jugadores del equipo. La tragedia acabaría marcando también el Mundial de 1958 para Inglaterra.
Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor, Liam Whelan y Duncan Edwards. Dichos jugadores perdieron la vida en el accidente, y por consiguiente, modificaron los planes del seleccionador, Winterbottom, que finalmente solo convocó a un jugador del Manchester, el mítico Bobby Charlton.
El Grupo de la Muerte
Inglaterra selló el pase a su tercer Mundial al quedar primera del grupo 1 de la fase de clasificación, superando a Irlanda y Dinamarca. Los británicos superaron en los dos partidos a Dinamarca, vencieron en Londres a Irlanda y empataron en Dublin. Gran fase de clasificación de los ingleses, que nuevamente eran considerados candidatos a ganar la copa.
Pronto se vio enturbiada esta visión, ya que el sorteo no pudo ser más terrible con Inglaterra. La FIFA decidió dividir los cuatro bombos para el sorteo por lugar geográfico: el bombo de Europa occidental, de Europa oriental, bombo británico y americano. Y los ingleses tuvieron prácticamente al peor rival de cada bombo.
El Grupo de la Muerte quedó formado por Inglaterra, Austria, Unión Soviética y Brasil.
Tuvieron suerte con Europa occidental, evitando a Alemania Federal. Austria sería el rival. Sin embargo, en el bombo de Europa oriental, donde Hungría y Unión Soviética eran los más temidos, carecieron de suerte al salir la bola de los soviéticos. En el bombo de América llegó el desastre. Argentina, México y Paraguay parecían rivales menores, pero Brasil sería el rival inglés, que quedó ubicado en el Grupo de la Muerte.
Gran inicio inglés
El 8 de junio, los británicos hicieron su debut frente a la Unión Soviética. Tras ir perdiendo por 2-0, los ingleses protagonizaron una buena remontada con los goles de Kevan y Finney, este último de penalti en el minuto 85. La selección dirigida por Walter Winterbottom se llevó un buen botín con el empate a dos.
No se acabaría aquí el acierto de Inglaterra, que nuevamente mostraría un gran nivel al empatar a la gran selección brasileña, 0-0. Con estos resultados, los ingleses dependían de sí mismos en la última fecha de aquel Mundial de 1958. Con una victoria frente a Austria, estarían en cuartos.
Pinchazo en Boras
Sin embargo, en su partido más sencillo, Inglaterra no dio la talla. Acusó el tempranero gol de Koller, y cuando por fin consiguió igualarlo con una diana de Haynes, Koerner volvió a poner en ventaja a los austriacos. Kevan consiguió la igualada, pero la selección inglesa fue incapaz de pasar del empate.
Inglaterra empató ante Austria, dejándose buena parte de sus opciones en la Copa del Mundo.
Este resultado condenaba a los británicos a disputar un partido de desempate frente a la Unión Soviética. El ganador acompañaría a Brasil a los cuartos de final, donde ya esperaba la anfitriona Suecia.
Fatídico desempate
El 17 de junio volvió a resultar evidente que Inglaterra tenía un problema con la Copa del Mundo. Tres participaciones, tres desastres. Una selección llamada a ganar el trofeo se había quedado dos veces en fase de grupos, y su mejor resultado era séptimo alcanzando unos cuartos de final. Y es que en el desempate, los soviéticos se llevaron el triunfo por un gol a cero. Una solitaria diana de Ilyin en el minuto 68 de partido sirvió para meter a Unión Soviética en cuartos y para dejar a Inglaterra fuera del Mundial de 1958. Otro fracaso.
Inglaterra acabó el Mundial de 1958 en undécima posición, su peor posición en tres ediciones, y la esperanza inglesa en el Mundial de 1962 comenzaba a ser escasa. Aquella Copa del Mundo la ganó Brasil, con un jovencísimo Pele empezando a destacar. Aunque también fue el torneo de Francia, que consiguió acabar en tercer lugar, ubicándose en la élite del fútbol mundial.
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